Frente al espejo

Sentada frente al tocador, se buscaba en el espejo. Se veía como era, como fue, quien fue. El amor y el desprecio, el dolor. ¡Tanto dolor!

«Me desmaquillo, y ya. Mañana será otro día», se dijo impostando una decisión más deseada que real.

La mano derecha sostenía el disco desmaquillador impregnado de crema limpiadora. Recorría la geografía de su rostro. Frente, pómulos, barbilla. La izquierda, entre tanto, manejaba una brocha para desandar el camino, y volvía a cubrir de maquillaje la piel recién limpiada.

En el espejo danzaban espectros y recuerdos. Sombras más reales que la vida.

La madrugada volvería a encontrar su almohada manchada de lágrimas y productos cosméticos. 

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